Actualmente se conoce con este término al espacio medioambiental protegido en la isla de la Gomera que posee uno de los últimos lugares del mundo con laurisilva (agrupación de plantas en bosques termófilos del terciario). un auténtico fósil viviente. Su nombre viene de Gara, una princesa gomera, y Jonay un guanche de Tenerife. Durante varios años Jonay cruzó a nado desde el sur de Tenerife hasta la isla de Gomera, para ver a su amada Gara. El padre de Gara no estaba de acuerdo con esta relación y, para evitar sus encuentros decidió dar muerte a su amado. Emboscó al joven y con un banote (palo de pino endurecido en brasas) arrancó la vida al desdichado Jonay. Gara descubrió a su amor privado de vida y, atormentada por la muerte de éste terminó despeñándose por un acantilado.
El sitio donde tenían lugar sus encuentros amorosos hoy en día se conoce como Garajonay.
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