Es un edificio de dos plantas del s. XVIII con una hermosa fachada.
Nos recibió Fernando el nuevo gerente, quien amablemente nos explica que estos baños turcos son una fiel reproducción de los Hammamat existentes en la cultura islámica, tanto en su arquitectura como en la forma de tomarlos.
La Sala caliente está a 45º y posee una cúpula que en la bóveda atenúa la luz exterior y una gran piedra caliente octogonal debajo de esta que permite tumbarse y escuchar el sonido del agua y la música ambiental, hay varias pilas y piletas emanando agua fría y caliente. La Sala templada está a unos 40 º y la tercera sala está a unos 30º y es la utilizada para los masajes.
Un sitio no muy grande pero si acogedor, con hornos por debajo del suelo para mantener la temperatura.
Arriba una terraza chill out donde admirar las bonitas vistas de la catedral y la judería. Un espacio agradable donde poder degustar un té o café que se sirve uno mismo.
En la ajetreada vida diaria nunca viene mal terminar la jornada de manera relajada y cargar pilas de nuevo.
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