Es tal vez la rutina la que habita
en mis noches sin fe y de
desencuentro
En mis días de soledad y tormento
en estas frías noches sin sustento
Como se anida el llanto en mi garganta
y me atenaza el alma con sus dedos
Que triste estoy sin luz y una
distancia,
que me separa de ti desde muy dentro.
Esto que siento es cierto que no
alcanza
a comprender porque ya no te quiero
a comprender porque ya no te quiero
Y desespero y pierdo la esperanza
de ser feliz sintiendo algo de
nuevo
Solo hay violencia oscura en tus
reproches,
en tus palabras ya no hay un te quiero
Y en la mirada un gesto de amargura
y la sonrisa se escurre entre los
dedos
Y aunque pretenda que nada nos sucede
Un gran abismo separa dos silencios.
Uno es el tuyo que atiende a sus
verdades
y otro es el mío que atiende a
fundamentos
Y ya no estamos unidos como amantes
y aunque hay tres hijos que son el
firmamento,
yo ya no siento lo que sentía antes
e incluso a veces no sé ni lo
que siento…
De tus reproches he hecho mi
equipaje,
de tus lamentos mis nuevas madrugadas
de tus lamentos mis nuevas madrugadas
Y son espinas constantes las que vivo,
con las que sueño y despierto en mi almohada
con las que sueño y despierto en mi almohada
Por todo eso y porque sigo viva,
quiero la historia dar por
terminada.
Tú y yo tenemos derecho a una salida,
y comenzar de nuevo una esperanza
Antes que todas las piezas se
derrumben,
y recojamos cristales en el alma
quiero sentir el aire que me brinda
una sonrisa feliz y enamorada
Y que el recuerdo de todo lo vivido
nos haga libres y nos de la calma,
para decir adiós sin más tortura
que sostener muy firme la mirada
para alejarnos aun con la
sonrisa
de haber dejado un Amor tras nuestra
espalda…
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