Cuanta gente
que te juzga y que sentencia
Cuanta gente
que te dice como eres
Van sobrados
de verdad sin indulgencia
y a
sabiendas van colgándote alfileres
Te
encajonan, te desnudan, te critican
te
avasallan, te idolatran o te adulan
y se creen
con poderes para hundirte
o en el
fango o en la amarga sepultura
Son
artífices del don y la palabra
Fetichistas
del arte de lo oscuro
Brujas,
sapos, rufianes y macarras
Sin oficio,
sin valor y hasta sin rumbo.
Con su
lengua atroz y viperina
Que
engrandece oídos desleales
Son audaces,
voraces y malevos
La carroña
que se mueve en arrabales.
Sean
dichosos los oídos que son sordos
A los
chismes, a las burlas y rumores
A la gente
que engrandece y hace altiva
Y en su boca
pone miel o pone flores
Y engalana
de favores a su paso
Y hace uso
gentil de su palabra
Y nos
muestra lo bueno en cada caso
Ofreciéndonos
la cara y no la espalda
Estos son
los amigos verdaderos
Los que
educan también con las verdades
Y nos llenan
ese hueco aquí en el alma
Rellenándonos
de amor las soledades
Voy
cambiando en el transcurso de mis días
Por lo
bello, por lo bueno y por lo humano
Y rodeándome
de amigos que me guían
Y que ponen en mi
hombro, hoy su mano…..
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